El precio de los vehículos eléctricos lleva tiempo considerándose uno de los mayores escollos para su popularización. Sin embargo, son muchos los actores relacionados con la industria del automóvil que auguran que los precios de estos modelos bajarán tarde o temprano. La mayoría de las justificaciones giran en torno a las mejoras en los procesos de fabricación y la competencia entre marcas. Sin embargo ¿pueden jugar las baterías un papel clave?
Si en los últimos diez años hemos visto que el precio de las baterías ha bajado de manera más que notable (el coste por kW ha pasado de casi 1.000 euros a poco más de 100), el siguiente paso puede ser que este mismo descenso en el precio lo podamos ver los coches de propulsión eléctrica, lo que ayudaría a equiparar su precio con los de combustión tradicional y hacerlos más competitivos.
¿Y cuándo ocurrirá esto? En un período de “tres o cuatro años” se producirá esta rebaja en el precio de los modelos eléctricos, según el director general de Marketing Global de Producto de Nissan, Pierre Loing. Puede parecer poco tiempo, pero gracias a nuevos avances, como la primera fábrica de baterías del Sur de Europa que estará situada en España, concretamente en Extremadura, el precio del vehículo podrá ir democratizándose poco a poco hasta acercarse al de los modelos de gasolina y diésel.
