Navegando por Internet, el comprador encuentra un ‘chollo’ que no duda en querer aprovechar, pero resulta que se trata de un error del vendedor al fijar el precio del vehículo en la web. ¿Qué ocurre en esta situación? Aunque el vendedor informe al cliente de que el precio se debe a un error ¿puede el comprador exigir que se le venda el coche al precio anunciado?
Aunque es verdad que la publicidad es vinculante para el establecimiento comercial, no sería de aplicación en los casos en que los que la diferencia entre el precio anunciado y el que suelen tener los bienes de ese tipo es tan evidente que cualquier interesado en su compra es consciente de que se trata de un error manifiesto e, incluso, estaría intentando aprovecharse de él.
Por lo tanto, cuando es evidente que el precio ofertado en la web es fruto de un error manifiesto, los tribunales se inclinan por desestimarlo por existir abuso de derecho y transgresión de la buena fe en la actuación del comprador que, consciente del error, realiza el pedido queriendo aprovechar la situación.