Desde el 1 de junio ha entrado en vigor la nueva normativa de la ITV, la cual trae alguna que otra novedad que es importante conocer. Por ejemplo, ha cambiado la gravedad del defecto del funcionamiento del ABS en los vehículos donde no es obligatorio llevarlo. Y es que, si se ha montado el sistema de frenado ABS en un vehículo que no está obligado a llevarlo y se enciende el testigo de funcionamiento será considerado como defecto grave y motivo de inspección desfavorable. Hasta ahora esto simplemente era un defecto leve y no era motivo de rechazo.

Por otra parte, la nueva ITV se adapta al Brexit, por lo que, a partir de ahora, los vehículos procedentes de Reino Unido que se quieran matricular en España se considerarán modelos procedentes de terceros países, por lo que se deberán realizar los trámites de importación necesarios, entre otros elementos.

De igual manera, el nuevo manual mantiene las medidas de higiene y prevención en las estaciones de ITV para garantizar que sus instalaciones sean lugares seguros respecto al coronavirus tanto para los usuarios como para quienes trabajan allí.

La nueva normativa mantiene también las multas económicas que puede acarrear el circular por la calle con un coche sin la inspección técnica superada. Así, tener la ITV caducada supone una sanción económica de 200 euros, tanto si el vehículo está circulando como si está estacionado en el garaje o en la calle. Además, ser cazado con la ITV desfavorable también conlleva una multa de 200 euros.

El 35% de los coches en España estarán conectados en 2025, lo que no solo supondrá ventajas a nivel de seguridad vial, sino que los datos recogidos por estos vehículos podrían ser determinantes en un juicio. Y es que los coches conectados, como cuentan con tal grado de tecnología, se convierten en una gran fuente de evidencias forenses.

El análisis forense digital es la práctica de preservar, recopilar y presentar pruebas de dispositivos digitales con fines de investigación penal o civil y, en el caso específico de los coches, su análisis forense se centra en identificar, adquirir y analizar datos de sistemas de vehículos para investigaciones.

Partiendo de esto, los datos recopilados por un vehículo podrían facilitar la investigación de accidentes, reclamaciones a los seguros e investigación de delitos, pudiendo acceder al ‘cerebro’ del coche y rescatando toda la información que este ha almacenado.

La movilidad está cambiando. Cada vez son más los servicios basados en el uso. De hecho, en apenas diez años, el 67% de los vehículos vendidos se destinarán a servicios de movilidad por suscripción, según datos de Roland Berger para Ganvam.

De esta forma, el aumento del carsharing no solo ayudará a que haya menos coches en circulación, pero con un uso más intensivo, sino que impulsará una oferta de VO de calidad, producto de la renovación de sus flotas.

Así, vamos hacia un mercado de VO donde el kilometraje ya no será una variable definitiva para determinar el valor del coche porque en su mayoría procederán de modelos de empresa, de renting, de carsharing… muy bien cuidados y mantenidos. De hecho, la oferta de vehículos estará formada por modelos que hayan hecho muchos más trayectos, pero más cortos y serán modelos relativamente jóvenes con mecánicas muy avanzadas.

Según Raúl Palacios, presidente de Ganvam, “a juzgar por la tendencia, el parque reducirá su volumen en favor de una mayor tasa de utilización de los vehículos, lo que abaratará los servicios de movilidad compartida, descongestionando las vías de tráfico y favoreciendo, en definitiva, un entorno más sostenible, seguro y conectado”.