Según datos del informe “El impacto MADE en la venta y la posventa” de Ganvam, para 2030 el 67% de las ventas de vehículos se destinarán a servicios de movilidad por suscripción. Este dato pone de manifiesto que asistimos a un cambio de paradigma en el que, como ya ha ocurrido en otros sectores como el de los contenidos audiovisuales, la desafección a la propiedad del consumidor digital y su creciente interés por el pago por uso transforman el papel de las redes de distribución.
En este contexto, la Asociación Empresarial para el desarrollo e impulso de la movilidad eléctrica (AEDIVE) y la Asociación Española de Renting (AER) ya trabajan de manera conjunta para que la gestación de un denominado “renting social” se ponga en marcha en nuestro país.
Este concepto de movilidad consiste en implantar un renting con una cuota mensual asequible para que aquellas familias o clientes cuyo poder adquisitivo se haya visto perjudicado por la situación económica que atravesamos puedan tener acceso a vehículos eléctricos sin que el precio suponga una barrera insalvable.
Aunque se trata de un proyecto todavía en fase embrionaria, ambas asociaciones ya han mantenido alguna reunión inicial y su intención es presentar un plan conjunto tan pronto como sea posible en alguna de las reuniones del sector.
El servicio funcionaría como un renting tal y como lo conocemos actualmente, con las mismas prestaciones, pero con un precio reducido para facilitar el acceso a la movilidad eléctrica a todas las rentas.