Los coches comprados antes de 2014 -anteriores a la normativa de emisiones contaminantes Euro 6 (vigente actualmente)- supondrán en 2025 en torno al 60% de la flota en la Unión Europea y serán los responsables del 43% de las emisiones totales de óxido de nitrógeno (NOx) en la región, según los datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).
Tal y como señala la entidad europea, al igual que en el caso de las furgonetas y de los camiones, la normativa Euro 7 (más restrictiva que Euro 6 y que se prevé que entre en vigor a finales de este año) también tendrá un «impacto marginal» a la hora de reducir las emisiones de NOx de los coches.
«Una inversión masiva en Euro 7 desviará importantes recursos financieros y de ingeniería de las tecnologías eléctricas de baterías y de celdas de combustible (hidrógeno) hacia el motor de combustión interna», han destacado desde ACEA.