La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) coincide en que alcanzar una movilidad sostenible pasa por reorientar la fiscalidad de manera que los impuestos se basen en las emisiones de CO2, pero también por retirar los vehículos más antiguos y contaminantes a través de un plan de achatarramiento que incentive su renovación por modelos más eficientes.
De esta forma, la patronal de la distribución de vehículos sale al paso del informe que la Comisión de Expertos sobre Escenarios para la Transición Energética presentó ayer al ministro de Energía, Álvaro Nadal, donde se califica de «innecesarios» los planes de renovación del parque si se lleva adelante una reforma fiscal donde los precios de los combustibles orienten las decisiones de los consumidores.
Concretamente, Ganvam coincide con el comité de sabios en que la reforma fiscal debe traspasar la presión tributaria de la compra al uso, en línea con las directrices europeas. Sin embargo, considera que esta reorientación debe venir no tanto de una subida generalizada de impuestos al diésel sino de un cambio en el Impuesto de Circulación para que se base en la emisiones en lugar de en la cilindrada y la potencia.
Así, se desincentivará la circulación de los vehículos más perjudiciales para el medio ambiente en lugar de ser hostil con la renovación del parque y a entrada de nuevas tecnologías más eficientes, lanzando un mensaje equivocado al ciudadano al penalizar injustamente a los nuevos modelos de diesel Euro 6 que emiten ya menos CO2 que un vehículo de gasolina.
La injusta «cruzada» contra el diésel
Con una subida de impuestos del 28% al diesel como propone el comité de sabios, se predispone la demanda, evitando que sea el usuario el que elija de acuerdo a su criterio entre la oferta de motorizaciones limpias. De hecho, ya lo está haciendo, a juzgar por las cifras de matriculaciones donde un 75% de los coches vendidos está exento de pagar el impuesto de matriculación por emitir menos de 120 gramos de CO2.
Es precisamente esta tendencia hacia los coches de bajas emisiones la que utiliza Ganvam para argumentar la necesidad de eliminar por completo este tributo que grava la compra y reduce artificialmente el tamaño del mercado potencial español, suponiendo un nuevo freno a la renovación del parque que ya supera los 12 años de antigüedad.
Para evitar que exista esta cruzada contra una motorización concreta, la patronal coincide con el comité de sabios en que el distintivo medioambiental de la DGT es una herramienta muy útil que debe convertirse en la base de las políticas de movilidad. Al discriminar a los coches en función de su potencial contaminante, se evita meter en el mismo saco a todos los modelos, lo que favorecerá a los nuevos diesel Euro 6.
Culturizar para electrificar el parque
A la hora de promover una movilidad sostenible y de bajas emisiones, Ganvam comparte con los expertos en la necesidad de impulsar la electrificación del parque de una manera gradual que facilite la penetración creciente de vehículos no contaminantes, sin precipitarse en medidas de gasto público que puedan conducir a generar costes no recuperables.
Eso sí, para Ganvam alcanzar una cuota de eléctricos del 18% del mercado en 2030 como plantea el escenario más conservador del informe de expertos requiere no sólo que se solventen los problemas relativos a la infraestructura de carga y la autonomía de los actuales vehículos eléctricos, sino también una transición que «eduque» gradualmente al conductor hacia este tipo de tecnología.
De esta forma, discrepa con el comité de sabios en que el apoyo a vehículos con energías alternativas sea mediante ayudas no vinculadas al achatarramiento, ya que considera que será quitando de la circulación los vehículos más antiguos lo que permita ir evolucionando de forma natural hacia el eléctrico. Sólo así será posible que alguien que hoy conduce un coche de más de diez años se introduzca en esta nueva cultura.
En este sentido, sí coincide con el comité de sabios en que las administraciones públicas y particularmente las locales deben tener un papel muy activo a través de las contrataciones públicas, sirviendo de motor y de ejemplo para su popularización en el parque.