La actual escasez en el mercado de coches de ocasión también hace atractivos los vehículos para los que antes apenas había mercado. Sin embargo, se vuelve controvertido cuando se trata del tema de los coches dañados por accidentes.
Según una encuesta realizada por CARFAX, Casi el 70% de los españoles no compraría un vehículo con daños por accidente, pero casi un tercio de los encuestados sí lo haría, aunque siempre y cuando considerase que todos los daños del vehículo habían sido reparados correctamente.
Los accidentes son uno de los acontecimientos que más y más rápido hacen perder valor a un vehículo. Además, dependiendo de la gravedad del suceso, un accidente puede tener un efecto duradero en la idoneidad para la circulación del vehículo, por ejemplo, si el bastidor del coche está deformado o dañado. A los compradores les echa para atrás un historial de accidentes, pero los concesionarios aún pueden hacer un buen negocio con estos vehículos con transparencia y alta calidad en un momento en el que la escasez de vehículo por la crisis de los chips ha ralentizado las ventas.