Si bien la irrupción del coche autónomo busca sacar de la ecuación el factor humano y con ello volver más seguros los desplazamientos por carretera, no debemos caer en la tentación de pensar que los riesgos van a desaparecer. En este caso lo que harán va a ser cambiar y estar relacionados con la ciberseguridad.

Según un informe de la Comisión Europea y Enisa, centrado en las amenazas intencionadas contra los coches autónomos, la progresiva digitalización de los automóviles aumenta las posibilidades de que estos puedan ser ciberatacados. 

El estudio presenta cinco escenarios hipotéticos en los que un coche autónomo se puede ver en peligro por distintos hackeos y a los que las marcas deberán atender para blindarse frente a ellos:

1. Alteración de procesamiento de imágenes: Modificar un coche autónomo para que no interprete correctamente imágenes como señales de tráfico o marcas viales puede suponer grandes riesgos y derivar en accidentes.
2. Ataque de intermediario: Se produce cuando alguien inserta o modifica la información disponible para el módulo de planificación. Dicho módulo calcula las trayectorias que el vehículo debe tomar, por lo que alterarlo es muy peligroso.
3. Manipular los datos de posicionamiento del vehículo: De esta manera se puede alterar el sistema de detección del coche cuando éste necesita detectar un ‘stop’ o cualquier otra señal de detención.
4. Atacar los servidores de diversos proveedores de componentes: A través de la información del coche se puede acceder a los datos de los distintos proveedores de componentes del vehículo.
5. Envío de señales falsas al sistema de navegación: Introduciendo datos erróneos en los algoritmos de Inteligencia Artificial del coche se puede redirigir a un vehículo autónomo donde un hacker desee.

El 45% de los vehículos que circulan por las carretas españolas lo hacen sin tener la inspección técnica en vigor, según un informe de AECA ITV. Se trata de una cifra que roza casi la mitad del parque, pero que la asociación achaca a las circunstancias provocadas por la pandemia, ya que en el periodo previo el porcentaje de absentismo en la ITV era del 20%.

No obstante, se trata de una cifra que pretenden revertir, ya que el estado de la inspección técnica de un vehículo está directamente relacionado con su seguridad. Tal y como refleja el estudio ’Contribución de la ITV a la Seguridad Vial y al Medio Ambiente’ de la Universidad Carlos III de Madrid, si el total de los vehículos que no acuden a las inspecciones obligatorias lo hubieran hecho, podrían haberse evitado al menos 8.800 accidentes, más de 7.000 heridos y 161 muertes.

Ante estas cifras, desde SGS-ITV han lanzado Mi ITV Online, una nueva herramienta digital que permite disponer de toda la documentación necesaria para acudir a la cita en la estación que corresponda sin la necesidad de aportarla en formato físico. Así, los informes quedarán almacenados en la sesión de cada conductor para poder acceder a ellos de forma instantánea y digital, pudiendo tener toda la documentación del vehículo en el móvil a la hora de pasar la inspección técnica, agilizando y facilitando el proceso, lo que esperan animar a aquellos que todavía no la tienen en vigor.

Las previsiones de Ganvam muestran que en poco más de cuatro años tendremos el 35% del parque conectado y en 2030 alrededor del 40%. Para esa fecha, el 100% de los coches de menos de cinco años estará conectado.

Esto supone que, con la irrupción de esta tecnología en los vehículos, surgen nuevos debates. En este sentido, la capacidad de acceder de forma segura a los datos, funciones y recursos del vehículo determinará la calidad del servicio.

Ante esta realidad, será clave garantizar que los consumidores puedan seguir eligiendo y confiando en los proveedores de servicios, muchos de ellos pymes, para beneficiarse de servicios y productos innovadores, competitivos y asequibles, mejorando la movilidad por carretera, la seguridad y la sostenibilidad.

Para ello, los proveedores de servicios tienen que ser capaces de competir con todas las partes interesadas en la movilidad. Es por esta razón que se necesita de una legislación concreta que regule el uso de estos datos.

Esta misión recae directamente sobre los organismos de la UE, a quienes asociaciones a nivel europeo como CECRA, de la que Ganvam es miembro fundador, ya han presentado sus propuestas y reclaman una actuación lo más temprana posible que garantice el correcto uso de los datos y salvaguarde los intereses de consumidores y profesionales.

Ya estamos en la era del dato, también en el sector de la movilidad, pero debemos empezar a regular su uso en beneficio de todos.