La pandemia ha abierto las puertas a que cada vez más clientes puedan optar por la entrega del vehículo que adquieren directamente en su domicilio. No obstante, la tradicional salida del concesionario del comprador al volante de su nueva adquisición sigue siendo una realidad y seguirá siéndolo durante tiempo, en mayor o menor medida. Sin embargo ¿qué pasa si en el trayecto desde que se monta por primera vez en su vehículo recién adquirido hasta su destino este sufre una avería?
Debido a que el cliente puede pensar que se trata de un defecto del que no se le avisó o simplemente porque se sienta engañado o decepcionado por su compra, este podría llegar a pedir que se le devolviera el dinero a cambio de no quedarse con ese vehículo. En dicho caso, ¿tendría el vendedor que aceptar?
Desde Ganvam destacamos que el derecho de garantía del cliente quedaría satisfecho con la correcta reparación del vehículo. Solo en el caso de que la reparación no fuera posible, o si no pudiera realizarse en un plazo razonable de tiempo y sin causar mayores inconvenientes al comprador, este tendría derecho a pedir que se le devuelva el importe del vehículo. Y, aun así, si se trata de una falta de escasa importancia, tampoco procedería la resolución de la operación de venta, sino aplicar una rebaja en el precio que se acordó.