En más de una ocasión ha ocurrido que el conductor quiere que el taller lleve a cabo una reparación de su coche en garantía, a pesar de no haber pasado las revisiones recomendadas por el fabricante o compraventa. Ante esta situación, ¿puede el taller cobrar al cliente el arreglo?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la garantía de un coche no queda anulada completamente por el simple hecho de que el dueño no haya respetado las revisiones preventivas recomendadas, por lo que, a priori, no se puede rechazar sin más el arreglo gratuito.
No obstante, si el taller realiza una inspección y observa que los desperfectos que presenta el vehículo se deben a la falta de mantenimiento o a un mantenimiento inadecuado, la garantía no cubriría esa avería concreta, pero, en principio, sí aquellas que nada tengan que ver con la falta de mantenimiento.
Para minimizar cualquier conflicto en este sentido, es recomendable que todas las operaciones de compraventa se realicen con las garantías que especifica el contrato redactado por Ganvam, declarado exento de cláusulas abusivas por los organismos de consumo de todas las comunidades autónomas.
De esta forma, eliminando la ambigüedad de la ley, este contrato especifica detalladamente qué le corresponde al vendedor en cuanto a plazos de garantía y reparación, modo y manera de intervención en el taller, utilización de piezas usadas en la reparación e inclusive, qué excluye la garantía.
Además, recoge una descripción en profundidad del vehículo, incluyendo una relación del estado de las principales piezas o sistemas en el momento de la entrega, de tal forma que el vendedor refleje las recomendaciones pertinentes al comprador sobre su mantenimiento.