Ganvam ha participado en el proceso de consulta pública lanzado por la Comisión Europea para la revisión del Reglamento (UE) 330/2010, que regula la normativa europea de libre competencia y que expirará el 31 de mayo de 2022. Dicha consulta pública se organizó en torno a la distribución dual, las restricciones a las ventas activas y las medidas indirectas para restringir la venta online.

Desde la patronal pensamos que este reglamento tiene margen de mejora, sobre todo en tres ámbitos. El primero de ellos es la protección del distribuidor, pues actualmente existe un desequilibrio de poder entre los fabricantes de vehículos y los distribuidores. De igual forma, consideramos que la transformación del sector, tan necesaria, depende de que todos los operadores involucrados tengan libre acceso al dato. Por último, el reglamento debe revisar las condiciones contractuales actuales, las cuales tienen un impacto en la competencia.

En base a estas consideraciones, ¿qué es lo que proponemos para cada una de las áreas de la consulta pública?:

• Distribución dual. Consideramos que debe haber limitaciones a las ventas directas por parte de los fabricantes a los usuarios finales. Estas limitaciones se podrían fijar en un 20% de su volumen total de ventas.
• Restricciones a las ventas activas. Restringir las ventas de distribuidores no autorizados procedentes de fuera de un territorio que tiene un sistema de distribución selectiva favorecería a la competencia, ya que estos distribuidores no autorizados no tienen los mismos costes de inversión que aquellos que pertenecen al sistema de distribución selectiva.
• Medidas indirectas para restringir la venta online. Se deberían permitir precios duales en cuanto a los precios de venta al por mayor percibidos por los distribuidores según si el producto está destinado a ser vendido online u offline. La prohibición de esta práctica desincentiva la inversión en tiendas físicas. Sin embargo, estos precios duales solo deberían ser permitidos si existen pruebas sobre el valor que ofrecen las ventas físicas y la proporcionalidad entre este valor y las ventajas en el precio, además de que los fabricantes no puedan vender de forma online directamente a los consumidores a precios que no pueden ofrecer los distribuidores usando el mismo canal.