La fatiga al volante es responsable de alrededor del 30% de los accidentes de tráfico, provocada en gran medida por conducir sin descanso durante demasiado tiempo.
Antes estos datos de alta siniestralidad asociada a la fatiga, países como Australia han estado investigando cómo determinar de manera sencilla si un conductor está cansado gracias a un análisis de sangre.
Científicos de la universidad australiana de Monash, en Melbourne, han presentado un reciente estudio que en el que gracias a un análisis de sangre se puede determinar el nivel de cansancio de cualquier conductor y si el resultado demuestra que está superando el umbral permitido, ser multado.
Esta analítica es capaz de determinar si un conductor lleva despierto 24 horas con una precisión del 99%. Según el estudio, esto se consigue gracias a cinco biomarcadores que son capaces de reflejar el estado de cansancio del cuerpo humano.
Esta prueba todavía se encuentra en fase de desarrollo y según los autores, podría estar disponible dentro de dos años, aunque de momento exclusivamente para análisis post accidente.
Las pruebas del estudio se han realizado en circuito cerrado y la conclusión que más llamó la atención fue que los conductores que habían dormido únicamente tres horas tenían 10 veces más posibilidades de sufrir un accidente.