• Las matriculaciones de turismos y todoterrenos cayeron un 11% en el mes de julio y acumulan un descenso del 6,5% en los siete primeros meses del año.
• Las matriculaciones de vehículos comerciales ligeros crecen un 4,7% en julio, afianzando la subida de ventas en el conjunto del año, que se queda en 2,7% al alza.
• Los vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses cierran el mes de julio con una rebaja, de nuevo, en sus ventas del 21,4%.
Madrid, 1 de agosto de 2019. Las matriculaciones de turismos y todoterrenos en el mes de julio decrecieron un 11% respecto del mismo periodo del año pasado, hasta las 116.686 unidades, con un día laborable más que en julio de 2018. Es la primera vez desde 2012 que las entregas de estos vehículos caen en un mes de julio, tradicionalmente uno de los mejores meses para la venta de coches en España. Este mes de julio logra superar las 100.000 unidades, pero no supera los volúmenes registrados en meses anteriores. A pesar del día laborable más, el adelantamiento de las compras por la entrada en vigor de la nueva normativa de medición de emisiones WLTP, que fue intenso en los canales de empresas y alquiladores, provoca que la tasa de descenso, por la comparación, sea importante, sobre todo para los alquiladores. En los primeros siete meses del año, las entregas de vehículos turismos y todoterrenos caen un 6,5%, hasta las 809.159 unidades.
Las ventas en el canal de particulares siguen cayendo a un ritmo de doble dígito, como en los meses anteriores, con un descenso del 13% y 57.952 unidades. En el acumulado del año, las entregas a particulares han caído un 12,5%, hasta las 353.398 unidades. El año pasado, los canales de empresas y alquiladores adelantaron buena parte de las compras para renovación de flotas a los meses previos a septiembre, cuando entró en vigor el WLTP. La comparación de este mes de julio con el mismo periodo del año pasado sale negativa, con especial incidencia en los alquiladores.
VEHÍCULOS COMERCIALES LIGEROS
En julio, se han matriculado 19.963 vehículos comerciales ligeros. Representa un incremento de
las comercializaciones del 4,7% en comparación con el mismo mes del pasado año. El canal que
más crece es el de alquilador con una subida de cerca del 21% en el mes, hasta las 2.365 unidades.
En los siete primeros meses, la venta de estos vehículos registra un crecimiento del 2,7%, con
135.745 unidades.
INDUSTRIALES Y AUTOBUSES
Las matriculaciones de vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses han vuelto a
reducirse, como llevaban varios meses en este año, un 21,4%, con 1.752 unidades. En el
acumulado del año, sin embargo, las ventas de estos vehículos mantienen las cifras positivas, con
un incremento del 1,6% y 16.483 unidades.
DECLARACIONES
Noemi Navas, directora de comunicación de ANFAC, señaló que “es verdad que la caída de las
matriculaciones en el mes de julio puede estar agravada por su comparación con el mismo mes del
año anterior, donde ya se registraba un adelantamiento de las compras de vehículos por la entrada
en vigor de la nueva norma de medición de emisiones WLTP en el mes de septiembre y que esto
explique en parte la caída generalizada de las entregas, sobre todo en el canal de alquiladores. Sin
embargo, no deja de ser preocupante el hecho de que el canal de particulares mantiene una
tendencia a la baja cada vez mayor, con reducciones de las ventas de doble dígito. Sobre todo, si se
tiene en cuenta que julio es uno de los mejores meses para las adquisiciones de vehículos por parte
de las familias, de cara a las vacaciones de agosto y que no absorbió un número alto de
matriculaciones adelantadas por el WLTP. El año pasado, por estas fechas, las matriculaciones a
particulares crecían un 10% y este año, caen un 11%. Son cada vez más urgentes las medidas de
choque que reviertan esta tendencia”.
Raúl Morales, Director de Comunicación de FACONAUTO, afirmó que “ni la estacionalidad, que
tradicionalmente ha impulsado las matriculaciones en julio, ni el esfuerzo promocional que han
hecho concesionarios y marcas han conseguido revertir la mala tendencia que arrastra el mercado.
Insistimos en que la crisis que atraviesan las matriculaciones es de confianza. No hay ninguna razón
de peso en el contexto económico o de consumo que haya que tener en cuenta, por el momento,
para dar una explicación a estas caídas, de hecho, hay una importante bolsa de compradores que
están retrasando su cambio de coche. Eso sí, viendo los datos, está claro que lo que no ayuda es la
incertidumbre política: es urgente que haya un Gobierno para que pueda liderar las reformas que
necesita el sector, lo que aclararía el horizonte y daría seguridad al consumidor. Mientras, en
agosto y septiembre el mercado podría cambiar de dinámica porque la entrada en vigor de la
segunda fase de la WLTP (la actual normativa de medición de emisiones), a partir del 1 de
septiembre, obligará a los concesionarios a automatricular unas 15.000 unidades extra, que saldrán
al mercado con atractivos descuentos. Volverá ser un buen momento para cambiar de coche.”
Según la directora de Comunicación de Ganvam, Tania Puche, “es cierto que la comparativa con
julio del año pasado, que disparó las ventas por el efecto WLTP, es desfavorable. Pero aun así las
cifras -con las empresas en negativo y los particulares acumulando once meses de caída- están
evidenciando la mala salud del mercado. Urge un gobierno estable que no actúe con ligereza a
golpe de declaración creando incertidumbre en los compradores porque la caída de las
matriculaciones tendrá un efecto en el conjunto de la economía, empezando por el empleo. Hace
falta un equipo de gobierno que, escuchando al sector antes de legislar, sea capaz de tomar
decisiones técnicas y no solo políticas para encauzar la situación. A este ritmo, salvar el año es
complicado, pero hay que insuflar confianza de nuevo para revertir la situación y liberar la
demanda retenida. Por eso, hay que hacer un ejercicio de responsabilidad para ponerse de
acuerdo e ir hacia la movilidad sostenible de forma ordenada, con un plan nacional de estímulo no
vinculado a los Presupuestos que empiece por retirar de la circulación los vehículos más antiguos y
contaminantes sin discriminar tecnologías ni perjudicar a las rentas más bajas; máxime cuando
cualquier modelo nuevo o seminuevo, con independencia del motor que lo propulse, cumple hoy
por hoy con las normativas anticontaminación”.