Sin embargo, el objetivo para 2020 es triplicar las cifras del año pasado ysuperar las 65.000 unidades, lo que exige un incremento del 170% a cierre de año.
Para acelerar el desarrollo de la movilidad eléctrica ambas asociaciones reclaman la exención temporal de los cargos a la hora de completar la parte regulada de la factura eléctrica.
Madrid, 2 de marzo de 2020.- La necesidad de reducir hasta los 95 gramos de CO2/km la media de emisiones para cumplir con las exigencias de la legislación europea ha impulsado las ventas de vehículos eléctricos de todo tipo un 101,7% en lo que llevamos de año, hasta alcanzar las 5.986 unidades, según datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (AEDIVE) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM).
En un detalle por tipo de vehículo, los datos muestran una subida del 120% hasta febrero, con un total de 3.209 unidades para los turismos, lo que indica que representan alrededor del 1,7% del total de matriculaciones. Los comerciales ligeros, por su parte, aumentaron apenas un 0,9%, hasta las 326 unidades; mientras que en el sector de las dos ruedas, los ciclomotores crecieron un 79,3%, con un total de 1.734 unidades, mientras las motocicletas registraron 658 unidades, lo que supone una subida del 250% en lo que llevamos de ejercicio.
En este sentido, GANVAM y AEDIVE recuerdan que los objetivos del Ministerio de Transición Ecológica dentro de su hoja de ruta hacia la descarbonización fijan que para el ejercicio 2020 deberán alcanzarse las 65.000 unidades matriculadas de vehículos eléctricos de todo tipo, lo que supone que los registros deberán crecer un 170% a cierre de año.
El achatarramiento, un aliciente, pero no una obligación.
A la vista de estos objetivos, ambas asociaciones consideran necesario poner en marcha un plan de acción que permita acelerar el ritmo de penetración del vehículo eléctrico en el parque automovilístico español, lo que pasa por un replanteamiento de los planes de ayudas. Así en un momento en el que el Gobierno tiene previsto poner en marcha una nueva edición del Moves en el que la exigencia de la obligatoriedad del achatarramiento está en estudio, AEDIVE y GANVAM proponen que este achatarramiento sea un aliciente, pero no una condición necesaria, ya que son las empresas y organismos públicos las que compran el 48% de los vehículos eléctricos, pero en régimen de renting en su mayoría, por lo que no pueden dar de baja ningún coche a cambio.
Según el presidente ejecutivo de GANVAM, Raúl Palacios, “de lo que se trata es de no frenar el acceso a las ayudas. Aquellos que cuenten con un vehículo antiguo para achatarrar y quieran acceder a un modelo eléctrico, que dispongan de una cantidad de incentivo mayor que los que no cuenten con esta moneda de cambio”.
Exención temporal de los cargos en la recarga pública
Por otro lado, y de cara a incentivar el despliegue de infraestructuras de recarga públicas que permitan acelerar el desarrollo de la movilidad eléctrica y con ello lograr los objetivos de matriculaciones cero emisiones, ambas asociaciones han señalado la necesidad de completar de forma urgente la parte regulada de la factura eléctrica, que tiene pendiente el desarrollo de los cargos, para lo que consideran necesario que en dicho desarrollo se dé igualmente un tratamiento específico a los cargos asociados al vehículo eléctrico.
Según el director general de AEDIVE, Arturo Pérez de Lucia, “hemos solicitado formalmente a la Secretaría de Estado de Energía que se tenga en consideración que junto a la Circular 3/2020, de 15 de enero, de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que incluye un peaje específico opcional para puntos de suministro dedicados a la recarga de vehículos eléctricos de acceso público, con menor peso del término fijo, el futuro Real Decreto de cargos contemple, de manera transitoria, una exención de cargos para los puntos de recarga de acceso público”.