Madrid, 10 de junio de 2019.- El nuevo presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM), Raúl Palacios, abogó hoy por poner en marcha un órgano regulador externo que elimine arbitrariedades y vele por el equilibrio de las relaciones entre fabricantes y distribución, en un momento en el que las redes se ven obligadas a realizar un importante esfuerzo inversor para adaptarse al entorno digital y la venta online.
Durante el primer encuentro informal mantenido con los medios tras su reciente nombramiento como máximo ejecutivo de la asociación de la distribución, Palacios hizo un repaso por la actualidad del sector en un contexto marcado, entre otros factores, por la incipiente entrada de los fabricantes en el canal online.
En este sentido, defendió la necesidad de revisar las relaciones contractuales entre las marcas y sus redes para no comprometer el futuro de las pymes de automoción, siendo necesaria una participación equitativa del distribuidor en las ventas online. “Si el fabricante tiene previsto asumir parte del volumen de ventas, deberá redefinir los objetivos y las exigencias de inversión que impone a sus redes” afirmó.
Con un marco regulador adaptado a las nuevas reglas de juego, capaz de proporcionar seguridad jurídica a las inversiones, se contribuirá a impulsar la rentabilidad de las redes de distribución. En el primer trimestre se situó en el 0,7%, el peor arranque de curso desde que en 2014 se dejaran atrás los números rojos, por lo que la tendencia apunta a que el año se cerrará en el entorno del 0%, frente al 1,7% de 2018.
De esta forma, en un momento en el que el canal particular acumula diez meses de caída, con un descenso del 12% en el primer semestre, han sido hasta la fecha las redes de distribución las que han sostenido el mercado a costa de su propia rentabilidad, adelantando dinero a través de las matriculaciones tácticas. Según Ganvam, representan el 15% de las matriculaciones del canal de empresa. De aquí, el 9% se destina a nutrir la oferta de kilómetro cero en el mercado de ocasión, mientras que el 6% restante se destina a exportación.
Para la patronal de la distribución liberar la demanda retenida de los particulares y evitar la caída libre del mercado, que previsiblemente cerrará el año con un descenso superior al 3%, pasa por un ejercicio de responsabilidad por parte de la Administración, que debe despejar las incertidumbres creadas de un tiempo a esta parte en torno a la continuidad de los motores de combustión tradicional, especialmente el diesel.
Seguir el ejemplo de País Vasco y Galicia
De esta forma, considera necesaria la puesta en marcha de un plan estructural de incentivo al achatarramiento no vinculado a los Presupuestos que impulse el cambio de un vehículo de más de diez años por uno nuevo o usado de hasta tres años, respetando la neutralidad tecnológica y siguiendo el ejemplo de programas renove como los desarrollados en País Vasco o más recientemente en Galicia.
La muestra de la eficacia de estos programas como dinamizadores de la demanda de particulares queda patente en las cifras de matriculaciones. Según Ganvam, a cierre de marzo, mes en la que entró en vigor el renove vasco, las matriculaciones en el canal particular caían un 10,3% a nivel nacional, en contraste con la subida del 46% que experimentaron en el País Vasco.
La puesta en marcha de estos programas de incentivo al achatarramiento no solo contribuirá a frenar el envejecimiento del parque, donde el 67% tiene más de diez años, sino también a impulsar un mercado de usados de mayor calidad, al retirar de la circulación los modelos que actualmente suponen el grueso de las compras. Según Ganvam, las ventas de modelos de más de una década supusieron en el primer semestre el 58% del total.
No contamina el diesel, sino el antiguo
Para Ganvam, los planes de incentivo deben completarse con la puesta en marcha de una nueva fiscalidad del automóvil, que grave el uso y no la compra, suprimiendo el Impuesto de Matriculación y reorientando el Impuesto de Circulación para que se base en la emisiones en lugar de en la cilindrada y la potencia. Al vincularlo al CO2 y a la normativa EURO, con independencia de la tecnología que lo propulse, se asociará a la antigüedad del coche y por tanto, se establece un sistema justo de discriminación por su potencial contaminante, ya que la EURO regula también las emisiones de NOX, azufre, partículas e hidrocarburos.
Según el presidente de Ganvam, Raúl Palacios, “hay que ser muy didácticos e incidir muy especialmente en que quien contamina no es el diesel sino el coche antiguo. Quien contamina no es el coche que sale del concesionario sino el que lleva más de una década rodando. Este objetivo junto con el apoyo firme y expreso a las redes de distribución son dos puntos de máxima prioridad que deben guiar la hoja de ruta del sector en el Consejo Estratégico de Automoción”.
La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) es una organización sin ánimo de lucro e independiente políticamente fundada en 1957 que agrupa a más de 7.000 asociados entre concesionarios oficiales; compraventas independientes; servicios oficiales; agencias concertadas, y talleres independientes, entre otros sectores de la distribución: vehículos nuevos; usados; turismos; industriales; motocicletas y tractores agrícolas. En conjunto, estas empresas comercializan y dan servicio a más del 80% del parque nacional. El principal objetivo de Ganvam es representar los intereses de los distribuidores y reparadores ante el Gobierno, las distintas Administraciones y la sociedad en general, potenciando el papel socioeconómico que desempeña su sector, con la creación de 250.000 empleos directos y una facturación de más 95.000 millones, un 9% del PIB.