Faros adaptativos: cómo funcionan y por qué son un salto de calidad para el vehículo

Si bien la tecnología en los vehículos es cada vez más abundante y mejor, tendemos a pensar que las mejoras son exclusivamente para el interior del vehículo. Sin embargo, más allá de los sistemas de entretenimiento, los climatizadores, los navegadores, etc, existen tecnologías pensadas para mejorar la conducción desde la parte exterior del vehículo. Uno de los más claros son los sistemas de iluminación.

A la hora de iluminar los trayectos se han realizado muchos avances en los últimos años y uno de los más notables han sido los sistemas de iluminación de faros adaptativos. Estos analizan la trayectoria del vehículo para proyectar la luz en el camino que seguirá en la carretera, mejorando así la seguridad vial al ayudar con la visibilidad cuando la luz no es la más adecuada.

¿Cómo funcionan? Estos sistemas de faros adaptativos cuentan con diversos sensores instalados en las ruedas, el chasis y en el sistema de dirección del vehículo que analizan los movimientos del vehículo y un procesador calcula la velocidad y la trayectoria del vehículo y orienta los faros mediante unos pequeños motores eléctricos integrados en la parábola del grupo óptico. De esta manera, las luces se ajustan al ángulo de las curvas y mejoran las condiciones de visibilidad lo que sirve para evitar colisiones o atropellos en la carretera.

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