Un 32,2% de los españoles que tuvieran intención de comprar un coche de combustión paralizaría la compra hasta que los precios del combustible y de la electricidad bajasen, según el último Observatorio de Cetelem.
Un porcentaje aún mayor, un 43,3%, optaría por cambiar la compra de un coche de combustión por la de uno eléctrico o híbrido enchufable.
Según se desprende del análisis de la unidad de estudios de BNP Paribas Personal Finance, sólo uno de cada cinco encuestados, el 19,7%, asegura que seguiría adelante con la compra de un modelo de combustión a pesar de la situación actual y un 4,4% se decantaría por el ‘carsharing’ para afrontar los actuales precios del diésel y la gasolina.