Para dentro de cuatro años, en el 2025, la DGT estima que zonas urbanas, principales carreteras y líneas de ferrocarril cuenten ya con tecnología 5G. Además, en 2030 el 100% de los coches de menos de cinco años estará conectado, según datos de Ganvam.
Según los especialistas, España se encuentra entre los países más avanzados de Europa en este sentido, sólo por detrás de Alemania, Italia y Países Bajos. Esto posiciona a nuestro país en un gran momento para avanzar hacia un servicio que proporcionará grandes ventajas a la movilidad.
Cuando todos los coches estén conectados, podrán comunicarse en tiempo real: cada uno podrá saber dónde está el otro, cómo se mueve y a qué velocidad. Las carreteras, además, irán aportando información de lo que sucede. Hay quien apuesta por la tecnología wifi para lograr esta conexión, pero la otra gran opción será mediante tecnologías 4G y 5G, en lo que se llama estándar C-VX2 —acrónimo en inglés de “del vehículo a todo vía móvil”—. La tecnología 5G permite comunicarse en un intervalo de tiempo de 15 milisegundos, más rápido que un parpadeo, la velocidad necesaria para que un coche autónomo pueda funcionar.
Gracias a todo ello las carreteras estarán menos congestionadas, los trayectos serán más eficientes, lo que reducirá consumo y emisiones, y la seguridad en carretera aumentará exponencialmente. Y es que, sin movilidad conectada no hay movilidad segura, ni sostenible. Y esta ya tiene fecha de arranque, el año 2025.