El Canciller alemán, Olaf Scholz, anunció En el Salón del Automóvil de Múnich (IAA Mobility) que en las próximas semanas el país se convertirá en “el primero de Europa en introducir una ley que obligue a los operadores del 80% de las estaciones de servicio a ofrecer opciones de carga rápida de al menos 150 kW para coches eléctricos”.
Con esta significativa mejora de la infraestructura el ejecutivo alemán busca aumentar el número de estaciones de carga públicas de las actuales 90.000 a un millón de cara a 2030, con la previsión de que para este año circulen alrededor 15 millones de eléctricos en el país germano, frente al 1,2 millones registrados actualmente.
“La ampliación de la red de carga hará que la ansiedad por la autonomía sea cosa del pasado para los conductores de vehículos eléctricos”, dijo Scholz. Esta medida, en línea con otras similares que ya están en marcha en Europa, será acogida de buen grado por la industria y los fabricantes de vehículos eléctricos.