La placa de matrícula del coche, junto al número de chasis, es el principal identificador de un vehículo. En teoría solo existen dos motivos por los que se puede reclamar el cambio de matrícula: cambiar la matrícula de formato antiguo a una actual si la provincia en la que se reside no coincide con la de la matrícula o cambiar una placa antigua de metal a una moderna de metracrilato.

Si el vehículo tiene una matrícula de formato antiguo, y las siglas de provincia no coincide con las de la provincia dónde se esté empadronado, se puede solicitar una matrícula de nuevo formato.

En este caso se debe solicitar la expedición de una nueva tarjeta de inspección técnica en una estación ITV autorizada, donde se deberá acudir con el permiso de circulación y la ficha técnica anterior de tu vehículo, teniendo que estar empadronado en una provincia distinta a las indicadas en la matrícula del vehículo que se quiera rematricular.

El coste de este trámite para ciclomotores es de 27,85 euros mientras que para el resto de vehículos es de 99,77 euros.

Una vez se haya realizado la matriculación, hay que dirigirse a un centro autorizado de expedición de placas de matrícula con la documentación original del vehículo, no son válidas las fotocopias. Por seguridad, solicitarán el DNI, nombre, apellidos y dirección.

Si el vehículo tiene alguna deficiencia, el cliente podría reclamar su derecho a garantía. La normativa reguladora de la garantía en la venta de bienes de consumo establece que el comprador tendrá derecho a la reparación del producto. Solo cuando esta reparación no sea posible o no pueda llevarse a cabo en un plazo razonable y sin causar mayores inconvenientes al comprador, éste podrá optar por la resolución de la compraventa o por una rebaja en el precio. La resolución tampoco procede cuando la falta sea de escasa importancia.

No es, por tanto, opción del comprador elegir si quiere que se lo reparen o prefiere que le devuelvan el dinero. El vendedor cumplirá con ofrecerle la reparación y si el cliente se niega, no está obligado a aceptar su petición de resolución.

Otra cosa es que el cliente elija otra vía de reclamación y opte por poner una demanda por incumplimiento de contrato. En tal caso sí podría reclamar la resolución de la operación o una rebaja del precio a su elección, pero tendría que hacerlo mediante la interposición de una demanda y le correspondería a él probar que el vehículo tenía ya en el momento de la venta esa deficiencia que lo hace inútil para el fin que le es propio. La diferencia con la reclamación en garantía es que para reclamar en garantía basta con que el comprador comunique al vendedor la avería y es el vendedor quien tiene que presentar la prueba necesaria, mientras que en el caso de la reclamación por incumplimiento de contrato es el comprador quien tiene que aportar el dictamen pericial que lo acredite, y presentar una demanda con abogado y procurador.

Nissan Nigorra Baleares ha inaugurado el primer laboratorio de baterías de Alto Voltaje (AV) ubicado en su Sede Central en el polígono Son Castelló, en Palma, reforzando su apuesta hacia el futuro electrificado y la movilidad sostenible.

En este laboratorio se diagnostican y se reparan diversos sistemas de energía destinados a vehículos eléctricos e híbridos. Además, dispone de un ‘Sistema Balanceador de modulación interna’ de última tecnología para los nuevos componentes.

La fiabilidad de los vehículos eléctricos es generalmente mayor que la de aquellos con motores de combustión. Sin embargo, las baterías pueden sufrir daños en caso de accidentes u otro tipo de eventos. La diagnosis se realiza a los módulos de celdas que puedan tener algún daño o defecto, y después se reemplazan. Realizar estas operaciones en Baleares ha permitido abaratar los costes y mejorar los plazos de entrega ya que no hay que enviar los coches a la Península, como previamente se hacía. Además, Nissan apuesta por la reparación de las baterías al contrario que otros fabricantes, que sustituyen la batería completa, encareciendo mucho la operación para el propietario del vehículo.

Las baterías son de iones de litio y están formadas por una serie de módulos de Alto Voltaje (AV) de más de 380V, pudiendo llegar hasta los 87 kWh de capacidad en la gama actual. Por lo que, los trabajos resultan ser de una alta peligrosidad y deben realizarse en situación de aislamiento o en tensión > 50V.

Asimismo, los operarios tienen que estar altamente cualificados con ‘Certificación VE’ y deben adoptar las máximas precauciones de seguridad y utilizar un completo equipo de protección: guantes aislantes, gafas de seguridad con pantalla facial, indumentaria ignífuga, alfombra y herramientas aislantes, entre otros. Al estar expuestos a diversos riesgos, se hace necesario disponer también de personal con titulaciones en soporte vital y desfibriladores externos automáticos.