Los radares “Medusa” llegan a España ¿Para qué sirven

Los radares “Medusa” llegan a España ¿Para qué sirven?

Los nuevos radares “Medusa”, como se les conoce coloquialmente por la forma exterior que tienen, están dotados con hasta cinco micrófonos y con una fisonomía muy similar a la del animal marino.

Estos dispositivos son capaces de detectar el nivel de ruido de los vehículos que circulan por algunas calles. Según las informaciones de las autoridades francesas que ya están empleando estos nuevos radares de ruido, permiten identificar y escanear todo tipo de sonidos hasta diez veces por segundo.

Estos nuevos radares “Medusa” o de ruido también están dotados de una cámara de tipo 360 grados para identificar mejor al vehículo infractor que circula emitiendo un nivel de ruido superior al establecido, según las correspondientes ordenanzas de movilidad y de medio ambiente de los diferentes ayuntamientos de las ciudades donde están operativos.

El Gobierno movilizará a penas el 19% de la inversión que pretendía con el PERTE VEC

El Gobierno movilizará apenas el 19% de la inversión que pretendía con el PERTE VEC

El Gobierno movilizará inversiones por un importe de 2.252 millones de euros a través del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (PERTE VEC), lo que supone alcanzar el 18,9% del objetivo de 11.900 millones previsto.

El pasado mes de junio, Ganvam acudió a la sede europarlamentaria para reunirse con el portavoz de la Comisión de Transportes y Turismo del grupo liberal europeo Renew Europe, Jose Ramón Bauzá, para advertir de la gestión ineficaz de los fondos Next Generation EU.

La patronal española de la distribución de vehículos elevó al Parlamento Europeo su preocupación por la estrategia desarrollada por el Gobierno de España en materia de transformación digital y ecológica, después de que se excluyera explícitamente del PERTE VEC a las pymes del sector de la venta y reparación, que pagan impuestos en España y, por su capilaridad, generan riqueza en todo el territorio, incluida la España rural, garantizando el efecto arrastre que se exige a la adjudicación de estos fondos.