España es el segundo país más beneficiado por los fondos que Europa ha puesto sobre la mesa para afrontar la reconstrucción tras la crisis del coronavirus y apoyar la adaptación de su modelo económico al entorno digital.

Desde luego, la escasa experiencia española en la tramitación de ayudas europeas ya hacía intuir que estábamos mal preparados para canalizarlas, pero lo que resulta más preocupante es que, hasta la fecha, la gestión realizada, lejos de favorecer la adaptación del tejido productivo, lo que hace es pone en peligro al 40% de las 57.000 pymes y autónomos del sector de la distribución de vehículos al que represento y al 20% de los más de 300.000 puesto de trabajo de calidad que generamos.

Según el propio Gobierno de España, para contribuir a una gestión eficiente de los fondos europeos se ponen en marcha los PERTE o, lo que es lo mismo, proyectos estratégicos que deben tener efecto arrastre en todo el territorio nacional. Sin embargo, el texto del BOE sobre el PERTE del vehículo eléctrico y conectado excluye de manera expresa el acceso a los fondos a “actividades de intermediación o las que tengan como destino el consumidor final”.

Es decir, yendo en contra de la España vaciada, se excluye de las ayudas a 42.000 pymes y 35.000 autónomos que carecen del músculo financiero para afrontar esa transformación digital y ecológica por sí solas, pero sí se apoya a multinacionales que no necesitan ayuda económica. De hecho, los fabricantes de automóviles lograron un beneficio récord de más de 34.000 millones de euros (+19%) en el primer trimestre pese a la crisis de los chips.

Llama la atención que, en un contexto en el que las fórmulas de negocio basadas en el pago por uso y la conectividad crecen en detrimento de la propiedad, se apoye a las marcas para que puedan vender sin intermediarios y se deje morir a vendedores y talleres que necesitan desarrollar las infraestructuras digitales para poder llegar a los usuarios de estas nuevas fórmulas.

Sencillamente, lo que estamos viendo hasta ahora no es una estrategia integral transformadora porque mucho me temo que los recursos no se reparten. Se quedan en multinacionales cuya sede, en muchos casos, ni siquiera está en España. ¿Es esto una gestión eficaz de los fondos?

 

Raúl Palacios

Presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (GANVAM)

 

Artículo publicado en el periódico La Razón del día 30 de junio de 2022