El mercado de movilidad eléctrica está en un momento de auge. En lo que va de año acumula un total de 21.941 unidades matriculadas, un 6,7% más que en el mismo periodo de 2020, según datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (GANVAM).

Estas cifras demuestran la creciente penetración de este tipo de coches en el mercado automovilístico. A medida que la tecnología y la infraestructura asociada a la misma se va desarrollando, los vehículos eléctricos son cada vez más comunes por lo que el mantenimiento de éstos también está cambiando. En el caso de los coches con motor de combustión interna, el cambio de aceite y la revisión de los frenos son los elementos de mantenimiento más comunes. En el caso de los vehículos eléctricos, sin embargo, los dos principales factores de mantenimiento son los neumáticos y los cristales.

Los vehículos eléctricos son más pesados de lo normal debido a la carga de las baterías. Los vehículos grandes y pesados exigen mucho más a los neumáticos, lo que se tiene también en cuenta en el desarrollo del producto. Aun cuando un coche eléctrico o híbrido es del mismo tamaño que un coche tradicional con motor de combustión interna, suele utilizar un tamaño de neumático mayor. Además, los neumáticos también se ponen a prueba, ya que el peso de las baterías los somete a una mayor carga durante las curvas y la aceleración.

De esta forma, los tres criterios más importantes a la hora de elegir los neumáticos para un vehículo híbrido o eléctrico son la seguridad, la baja resistencia a la rodadura y el bajo nivel de ruido. Un neumático de última generación y una buena conducción garantizan un aumento de la seguridad de nuestro coche. Una menor resistencia a la rodadura amplía la autonomía del vehículo. Por otro lado, los vehículos eléctricos son silenciosos, lo que hace que el bajo nivel de ruido sea una cuestión de mayor comodidad de conducción. Por eso no es de extrañar que los conductores de este tipo de vehículos busquen neumáticos poco ruidosos para mejorar su comodidad de conducción. La etiqueta de neumáticos de la UE ofrece información fácilmente accesible sobre el nivel de ruido del neumático y la resistencia a la rodadura, lo que hace más fácil comparar diferentes neumáticos, según el fabricante escandinavo de neumáticos Nokian Tyres.

Con el objetivo de rebajar la media de edad de los vehículos que circulan por la capital española y reducir el número de emisiones en la ciudad, el Ayuntamiento de Madrid está preparando un plan de ayudas que subvencionará la compra de vehículos con etiqueta ECO, CERO y C.

Según el delegado de medioambiente y movilidad del Ayuntamiento madrileño, Borja Carabante, el objetivo es renovar la flota de vehículos de la capital y mejorar la sostenibilidad de la misma. Asimismo, ha incidido en que los vehículos con etiqueta C de nueva fabricación cuentan con niveles de contaminación muy bajos, por lo que “se incluirán en esta línea de ayudas”.

Lo vehículos con etiqueta C son aquellos gasolina matriculados a partir del año 2006 y diésel a partir de 2014. Para Carabante, estos modelos son útiles para luchar contra el envejecimiento del parque y la contaminación. Y es que, tal y como señala el delegado de medioambiente y movilidad, la edad media del parque de la capital se sitúa en los 9,8 años. “Es una cifra muy elevada respecto al resto de países europeos, donde se produce una renovación del parque muchísimo más intensa y, por eso, la edad media de los vehículos no es tan elevada. Hay que fomentar esa renovación y lo haremos ofreciendo alternativas“, señala Carabante.

Si bien el e-commerce ya era una actividad económica al alza en los últimos años, a raíz de la crisis sanitaria se pudo ver un acelerón: un 75% de españoles asegura haber comprado más en 2020 que en 2019, en gran parte por la situación epidemiológica del coronavirus. Y es que, Internet ha proporcionado la posibilidad de acceder a toda la información de un producto desde la comodidad de casa, pudiendo escoger lo que se desea y que lo envíen a casa, algo que también ha llegado, y con fuerza, al sector de la movilidad.

De esta forma, existen ejemplos como los portales de compra de coches online, donde directamente un usuario puede acceder a una enorme variedad de vehículos y decidir cuál se ajusta mejor a sus exigencias tanto en precio como en características sin tener que acudir a un concesionario hasta el momento del pago y la recogida del automóvil, algo que ya no es condición sine qua non.

Y es que, compañías como Clicars han ido un paso más allá y ya no sólo escoges tu vehículo y haces todos los trámites desde el propio sofá, sino que una vez realizado el pago el coche se entrega en la puerta de casa, como si de la compra de una prenda de ropa se tratara, pudiendo incluso devolverlo antes de 15 días si no es de tu agrado. Un ejemplo perfecto de cómo la digitalización está cambiando el mercado automovilístico, pero no el único.

Más allá de la venta de coches, los servicios de movilidad también se están acercando a las puertas de los hogares. De esta manera, Uber ha anunciado la puesta en marcha del servicio Uber Rent, destinado al alquiler de vehículos, el cual tiene la particularidad de ofrecer la entrega de los vehículos en la misma puerta de casa del usuario.

Vemos, por tanto, como los nuevos modelos de servicios de movilidad buscan poner cada vez más facilidades y comodidades a los usuarios, ya sea para comprar un coche como para alquilarlo, llevándolo a la puerta de tu casa.

Uno de los mayores escollos que se está encontrando la popularización de la movilidad eléctrica está siendo la red de puntos de carga, en su gran mayoría escasa, ya que son muchos los usuarios que de no contar con un punto de carga propio en su domicilio particular encuentra dificultades para “repostar” sus vehículos eléctricos.

Ante este problema algunas ciudades ya han comenzado a desarrollar ideas creativas que ayuden a solventar este problema. De esta manera, poblaciones como Los Ángeles, Montreal y a partir de finales de este año también Kansas City, están desarrollando proyectos con los que aprovechar su red de alumbrado de farolas para convertir estas en puntos de recarga e incentivar así el mercado de movilidad eléctrica.

De momento, en la ciudad perteneciente al estado de Misuri -última en anunciar un proyecto de este estilo-, se han previsto 30 farolas con cargador, pero a medida que avance el proyecto se desplegarán el doble. ¿Sería posible hacer algo similar en España?