Cuando un conductor llega al taller para la reparación de su coche su mayor interés es poder volver a conducirlo lo antes posible con la mayor garantía de que el vehículo esté en perfectas condiciones. Para que esto se cumpla, pueda suceder que piezas o elementos que son necesarios para esta puesta a punto solo se encuentren en el desguace, pero puede surgir la duda de si al tratarse de una reparación cubierta por el seguro se trata de una práctica aceptada o no.
Desde Ganvam recordamos que si se acuerda con el cliente previamente y se deja constancia por escrito, el taller pueda utilizar piezas usadas o no específicas del modelo del vehículo a reparar siempre que se responsabilice de que las piezas se encuentran en buen estado y de que las piezas no específicas permiten una adaptación con garantía suficiente en el modelo de vehículo que se repara. Eso sí, con algunas excepciones. Y es que, no se pueden utilizar piezas usadas cuando se trata de elementos de los sistemas de frenado, suspensión y dirección del vehículo. En este caso no valdría la conformidad del cliente.
No obstante, el taller puede utilizar piezas usadas cumpliendo las condiciones indicadas anteriormente tanto si se trata de una reparación cubierta por el seguro como de un servicio de reparación que presta a cualquier usuario. Pero, por supuesto, el taller asume la responsabilidad de que esa pieza esté en perfecto estado, por lo que si la instala y no es así se le podría reclamar la responsabilidad correspondiente por los daños que pueda generar