Para la asociación de distribuidores, uno de los principales motivos de esta “fabricación de seminuevos” es la entrada en vigor el pasado día 1 de septiembre del nuevo test europeo de emisiones (WLTP), que ha llevado a los concesionarios a recurrir a la autocompra de unidades homologadas en el sistema anterior para limpiar el stock revendiéndolas como kilómetros cero en un momento en el que son muy demandados por los compradores.
De hecho, según los datos de Ganvam, uno de cada cinco usados vendidos tiene ya menos de tres años, lo que explica que exista un repunte en los valores residuales de los modelos usados más jóvenes, siendo el precio de estos coches cerca de 1.500 euros mayor que hace un año.