La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) coincide en que alcanzar una movilidad sostenible pasa por reorientar la fiscalidad de manera que los impuestos se basen en las emisiones de CO2, pero también por retirar los vehículos más antiguos y contaminantes a través de un plan de achatarramiento que incentive su renovación por modelos más eficientes.