El borrador de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, dado a conocer en la jornada del martes 13 de noviembre, no hace sino aumentar la confusión en la opinión pública sobre el modelo de movilidad que nuestra sociedad necesita para el futuro. Para Ganvam, este borrador solo sirve para demonizar las tecnologías actuales, las únicas que hoy por hoy son capaces de garantizar la viabilidad como sociedad, sin aportar ninguna solución en el corto, medio o largo plazo.
Para la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor y Recambios (Ganvam), este borrador genera más incertidumbre en los ciudadanos, que ven como paulatinamente se propagan mensajes negativos en torno a una tecnología, la de los motores térmicos de última generación, que es perfectamente viable y, sobre todo, necesaria en el momento actual.
Una transición ordenada y responsable
Ganvam, al igual que la totalidad de las organizaciones del sector de la automoción en España y Europa, aboga por una transición ordenada y, por encima de todo, responsable. La sostenibilidad, el respeto al medio ambiente y el cuidado del aire de las ciudades está en la agenda del sector de la distribución desde hace más de una década. Y buena prueba de ello es que la distribución ha hecho sus deberes, ofreciendo cada vez más modelos de bajas o cero emisiones, contribuyendo así a generar conciencia en la sociedad y abordar una necesaria transformación que, en un futuro, no muy lejano, nos llevará a generar energía de manera más limpia y renovable, no solo para impulsar la movilidad, sino para toda la sociedad.
La postura de la patronal de la distribución es clara desde hace meses y, en ese sentido, aboga por un cambio progresivo en los modelos de propulsión, pero sin demonizar tecnologías que hoy por hoy son completamente necesarias. Además, Ganvam insiste de nuevo en la necesidad de un Plan de Achatarramiento que retire los vehículos más antiguos de la circulación, no solo porque son menos eficientes en cuanto a consumo y emisiones, sino porque influyen muy negativamente en la siniestralidad y, por lo tanto, en la seguridad vial.